Sin embargo, a día de hoy, la práctica totalidad de hidrógeno generado se obtiene mediante procesos poco respetuosos con el medio ambiente, debido a las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas. En este sentido, en función del proceso productivo, el hidrógeno recibe distintas denominaciones, destacando: verde, gris, azul, rosa, amarillo y turquesa:

• El hidrógeno verde se denomina así porque es la forma más sostenible y respetuosa con el medioambiente de producir hidrógeno. El hidrógeno verde se obtiene mediante la electrólisis del agua, utilizando energía renovable para para descomponer la molécula de agua en sus dos constituyentes principales, hidrógeno y oxígeno en el agua, lo que resulta en la producción de hidrógeno limpio y sin emisiones. El hidrógeno verde es una fuente de energía prometedora que puede ayudar a descarbonizar sectores clave, como el transporte y la industria.

• El hidrógeno gris se produce a partir de combustibles fósiles, como el gas natural, mediante un proceso que libera dióxido de carbono en la atmósfera. Es una opción poco sostenible para abordar el cambio climático.

• El hidrógeno azul, por otro lado, se produce también a partir de combustibles fósiles, pero utiliza tecnologías de captura y almacenamiento de carbono para evitar la liberación de CO2. Aunque es una opción mejorada en comparación con el hidrógeno gris, aún depende de los combustibles fósiles y no está completamente libre de carbono.

• El hidrógeno rosa es aquel que se obtiene mediante la electrólisis del agua alimentada por energía nuclear. 

• El hidrógeno amarillo es aquel en el que la electricidad utilizada para la electrolisis del agua procede de fuentes mixtas, desde energías renovables hasta combustibles fósiles.

• Por último, se denomina hidrógeno turquesa a aquel que se produce a partir del metano contenido en el gas natural y en el biogás, mediante un proceso de descomposición térmica llamado pirólisis. El carbono producido en este proceso está en forma sólida, por lo que no se libera a la atmósfera.

De entre todos los hidrógeno, el más sostenible y con mayor potencial en la transición energética es el hidrógeno verde. Por eso, España está llevando a cabo una fuerte apuesta por este vector energético, una apuesta que se materializa en la Hoja de Ruta del Hidrógeno, la cual recoge las claves para convertir al hidrógeno renovable en una solución sostenible clave para la descarbonización de todos los sectores de la economía.